En breves instantes, con ustedes... la Navidad


Aunque no tenga nada que ver -y la verdad es que no sé porqué- esta canción de Faith Hill y su marido Tim McGraw me recuerda que dentro de unos cuantos días estará de vuelta la Navidad. Escribo Navidad con mayúsculas porque es un momento del año que me encanta, a pesar de la melancolía creciente que a casi todos nos produce el hecho de que poco a poco vamos perdiendo a muchas personas importantes que un día estuvieron a nuestro lado y que, al correr de los años, por desgracia, sólo perduran en nuestro recuerdo. 

A pesar de la inevitable añoranza y del tan manido consumismo (el próximo que me diga eso de que la Navidad es sólo un negocio y tal se come una guantada, prometido)... me encanta la Navidad y por eso este año, si el ébola o los controladores aéreos no lo impiden, me iré en diciembre a Alemania a recorrer sus famosos mercados navideños, a pasar más frío que un jugador brasileño en la liga de Ucrania y, casi con toda probabilidad, a pillar una bronquitis que es lo que acostumbro a hacer por esas fechas, con una regularidad tan asombrosa que la próxima vez que aparezca el virus estoy tentado de darle un abrazo como si fuera mi hijo y los dos estuviéramos en el famoso anuncio de El Almendro, más que nada por ver si se impresiona con tanta familiaridad y se larga corriendo, el muy hijo de puta. 







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