China mola ¿o no?

Me llama una amiga encandilada con la eficacia organizativa del "milenario" pueblo chino -asunto: inauguración de las olimpiadas, subsección: fastos y eventos deportivos, negociado: como mola lo milenario-.

Cuenta Norman Mailer que hay una lógica de las noticias: en los medios de medios de comunicación, un día determinado y con una determinada deriva meteorológica de los vientos, un artículo sólo puede seguir determinados vectores. Lo mismo ocurre, a mi juicio, con las opiniones: tienden a seguir la línea trazada por el caudal de lugares comunes, prejuicios y banalidades que los medios de comunicación nos sirven en bandeja cada día.

La presunta eficacia organizativa china consiste, en esencia, en un seguimiento ciego e incuestionado de cualquier tipo de liderazgo capaz de imponerse por la fuerza -no olvidemos que hablamos de una dictadura comunista- y de un cúmulo de valores que priman la obediencia, la sumisión y la eficacia sobre cualquier tipo de consideración de índole moral.

Que decír, por ejemplo, de la situación de la mujer china, perfectamente expresada en el refran popular: "es mejor criar cisnes que tener hijas".

Citando a Dai Jinhua Profesora del Instituto de Investigación sobre Estudios Literarios y Culturales Comparados de la Universidad de Beijing, "en términos generales,en estos últimos 20 años las mujeres chinas están experimentando, más lenta o más rápidamente, un verdadero retroceso histórico: no sólo la discriminación por sexo y edad en el mercado laboral se ha hecho cada vez un asunto más grave y de dominio público, sino que además se han agravado todas aquellas prácticas y situaciones que allá por los años 1950-70 desaparecieron en silencio: el matrimonio impuesto y la compra-venta de esposas,el rapto y la venta de mujeres, mujeres con salarios extremadamente bajos y sin seguro laboral, mercado de niñas trabajadoras, las condiciones extremadamente complejas y desiguales de la industria pornográfica y sexual. Todo ello revive en grados diversos y se expande sin cesar y,algunas más que nunca, en las distintas regiones del campo y la ciudad (Disponible electrónicamente en http://www.anuarioasiapacifico.es/anuario2006/pdf/038Dai_jinhua.pdf).

El 56% de las mujeres que se suicidan en el mundo son chinas. Una media de 280.000 personas se quitan la vida cada año en el país (una muerte cada dos minutos), de las que más de 150.000 son mujeres, según datos del Ministerio de la Salud chino. El "gigante asiático", que acoge algo menos del 20% de la población mundial (1.260 millones de habitantes), registra casi un 30% del total de suicidios en el mundo y es uno de los pocos países donde el índice es superior en la mujer que en el hombre. Se trata de la quinta causa de mortandad en China y la primera entre las jóvenes de 15 a 34 años que viven en zonas rurales.

Admirar la "milenaria" cultura china supone un ejercicio de insensatez doble. Para empezar no hay nada, como apunto lúcidamente Borges, que haga autómáticamente mejor una cultura milenaria o la posesión ininterrumpida de un determinado idioma -como pretenden los nacionalistas vascuences-. Es un tópico falaz que se puede oir en cualquier bar de carretera y que, en realidad, no significa nada de nada.

Por otra parte la cultura china es -como todas las demás culturas y como no podía ser de otra forma- un mosaico variopinto de aciertos, irracionalidades, creaciones artísticas sublimes y prácticas arcaicas reprobables que no puede ser admirado en bloque sin una crítica rigurosa más que como expresión de un ejercicio de debilidad mental discursiva.

Eso si, la inauguración de las olimpiadas tremenda. Que gran cultura la china. Que milenaria. Y que eficaz organizativamente. ¿Por qué es eso lo que cuenta, la eficacia organizativa, verdad? ¿Verdad?