Entrevista con el jefe de ETA


A: Hola, buenas tardes.

JEFE DE ETA: Hola, qué hay.

A: Lo primero que interesará a nuestros lectores es conocer su verdadera identidad.

ETA: Obviamente no puedo hacer pública esa información, soy un autentico preso pesado de la organización.

A: Ya. No, claro. Obviamente. ¿Puede decirnos al menos a qué se dedica?

ETA: Hago chapuzas.

A: ¿Y da para vivir?

ETA: Mal que bien voy tirando. Entienda que, al final, se te va muchísimo dinero en pagar a autónomos.

A: Pero muchas cosas no las declarará.

ETA: Hombre, yo declaro sólo bajo presión, tenga en cuenta que hay muchos compañeros jugándosela cada día.

A: Hablemos de terrorismo. ¿Por qué salieron mal las conversaciones con el PSOE?

ETA: Principalmente porque ellos no cedieron a nuestras reivindicaciones.

A: ¿Qué reivindicaciones eran ésas?

ETA: Que nos dejaran matar al Rey de España.

A: Bueno, no sé, quizá fuese una reivindicación un poco excesiva.

ETA: Pues en el primer borrador, antes de matarle, le violábamos en la zarzuela.

A: ¿En cuál?

ETA: Eso era discutible, pero a mí de toda la vida me ha gustado mucho “La verbena de la Paloma”.

A: Es muy bonita ésa.

ETA: Yo es que soy muy del género chico. Pero Rubalcaba dijo que no. Y ahí se acabó todo.

A: Dígame, ¿cómo ingresó usted en ETA?

ETA: Bueno, yo estaba sacando dinero un día en un cajero de Oiartzun y se tragó la tarjeta. Le empecé a dar patadas y me gustó.

A: Pero no hay nada político ni revolucionario en eso.

ETA: Es que era de Caja Madrid.

A: Ah, entonces sí. Oiga, ahora que veo sus papeles, ¿el logo de ETA no se está quedando un poco viejo ya?

ETA: Calla, calla, no me hables de eso que me tienen negro. ¿Te puedes creer que llamo a una empresa catalana, que me había recomendado muchísimo un compañero que trabaja en una imprenta, para que me hagan un logo nuevo para la banda y me mandan una cosa así, como un muñeco, no sé si era un pato o qué coño era eso, rosa y amarillo? ¡Rosa y amarillo!

A: Claro, para vosotros igual mal.

ETA: Venga, hombre, por favor, ¿dónde has visto tú una organización terrorista con un logo rosa y amarillo? Y el diseñador este me decía: pero no, coño, piensa que así innováis y la gente habla de vosotros. Y encima me hablaba en catalán, y le digo, ¡que no me hables en catalán, subnormal, que no te entiendo! ¿Quieres que te hable yo a ti en euskera?

A: Nuestros lectores querrán saber cuáles son los planes de futuro de la banda terrorista.

JEFE DE ETA: Ay, amigo, eso también me gustaría saberlo a mí.

A: ¿Quiere decir que no tiene nada planeado?

ETA: Mira, hay una cosa que decía mi madre, ¿sabes qué me decía siempre mi madre?

A: ¿Qué?

ETA: Me decía, fíjate lo que me decía, me decía: “Penitencia y felación, las dos de rodillas son”.

A: Ah...

ETA: ¿Entiendes?

A: Sí. O sea, bueno, entiendo el concepto, pero no sé qué relación tiene eso con lo que estábamos hablando.

ETA: ¡Coño, pues todo! Que uno no puede vivir postrado de rodillas. Porque si estás de rodillas quiere decir o que estás pidiendo perdón o que te estás comiendo un nabo. Y los vascos, hoy por hoy, vivimos de rodillas. Mira, ¿ves esta pupita que tengo aquí, en la muñeca? Pues me la hizo uno de Albacete.

A: ¿Un policía?

ETA: No, no, qué va. Un camarero. Me tiró un cortado encima, el hijo de puta. Esto es que se dio cuenta de que era vasco y dijo: a éste lo jodo. Nos odian.

A: ¿Usted cree que España odia a los vascos?

ETA: Hombre, por supuesto. Mira, fíjate: ha sido presentar Ibarretxe su plan y de repente han quitado a Ramontxu García de las campanadas de la Primera. ¿Casualidad? No lo creo.

A: Me gustaría saber cómo funciona ETA a nivel interno.

ETA: Pues un poco como todos los clubs de tiempo libre. Quedamos los sábados por la tarde, echamos un café, hacemos una lista de objetivos, pillamos unas balas y pal monte.

A: ¿Y sólo quedan los sábados?

ETA: Es que, chico, quedar entre semana es un lío. Que si uno está con los críos, que si el otro tiene dentista, que si la mujer no me tiene la capucha limpia… Que siempre les digo, me cago en la puta, tened dos capuchas, y si una está sucia lleváis la otra. Pero es que la gente es agarradísima con este tema, como no cobran…

A: Pero del impuesto revolucionario sacaréis dinero, ¿no?

ETA: Sí, pero no cunde nada, ten en cuenta que los videos que hacemos nos salen por un dineral.

A: Pues francamente, no parecen muy caros.

ETA: Ya, sí, ahí te doy la razón, pero eso va a cambiar. Vamos a empezar a hacer grafismos y todo. Pena que no podamos meter créditos, claro…

A: Claro.

ETA: Que es un problema, porque mucha gente nos dice que no quieren trabajar con nosotros por eso mismo, te dicen: si no sale mi nombre no curro. Les digo: cojones, que esto es revolucionario, hazme una cortinilla así, bonita, y el día que dejemos las armas ya decimos que la hiciste tú. Pero nada, se nos acaban yendo todos a la tele.

A: O sea, que van a dar un giro radical a sus videos.

ETA: Sí, porque, chico, ves los videos de Al Qaeda, que tienen un acabado, con sus exteriores y sus cosas, y dices: aquí hay un trabajo, ¿me entiendes? Y los nuestros, todo tristes, ahí, dos tíos delante de una mesa, con una ikurriña detrás. Que los ves en el telediario y dices, joder, qué mierda de video. Ahora queremos trabajarnos mucho todo lo que son angulaciones de cámara y transiciones. Que la gente lo vea y diga: oye, qué acabado, la hostia.

A: Cambiando de tema, dígame cómo se imagina usted el futuro de Euskadi.

ETA: Pues, hombre, independiente, por supuesto. Y luego, lo ideal sería que lo dirigiera yo.

A: ¿Usted?

ETA: Hombre, claro, no te jode. A ver si crees que yo hago todo esto para que al final se forre otro.

El jefe de ETA mira la hora.

ETA: Oye, lo vamos a tener que dejar ya, ¿eh?, que juega España ahora y quiero verlo. (Pausa desconcertante.) Eh… A ver si pierden esos hijos de puta.

Nos estrechamos la mano y me dice que, si manipulo algo de la entrevista, encontraré una bala en mi buzón.

ETA: Pero la siguiente no te llegaría por correo. ¿Lo pillas?

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