Lo elemental


Si tuviera un hijo y tuviera que explicarle algo de lo poco que he llegado a aprender en estos treinta y muchos años intentaría hacerlo más o menos así:

1) Si te pones en el lugar del otro, aunque sea un instante, todo adquiere una luz diferente. Bajo esa luz descubrirás que las cosas no son lo que creías, porque la realidad es muy compleja y no admite explicaciones triviales. Ninguna conducta humana es simple porque desconocemos las motivaciones de los demás (por no hablar de las propias, de las que apenas sabemos nada). No seas severo juzgando.

2) Una casa más grande no te hará más feliz. Un coche más caro no te hará más feliz. Las cosas no nos rescatan: solo llenan un vacío que regresa antes de que se acabe la garantía. El dinero es la soga con la que este mundo nos ahorca. Desear estupideces nos obliga a modelar nuestra vida para conseguirlas. Entonces, justo entonces, ocurre que dejamos de ser libres.

3) Ama e intenta no hacer daño. Tarde o temprano harás sufrir a alguien. Cuando eso ocurra intenta ser sincero. Y no seas cruel. Todo el mal que hacemos nos es devuelto corregido y aumentado a través de un procedimiento que no tiene nada de simbólico ni de metafísico: ese daño viaja con nosotros hasta que nos pudre por dentro.

4) Los demás no son idiotas. Ni tu tan listo como crees. Harás estupideces muy a menudo. Y te descubrirás siendo cobarde otras tantas. A veces creerás que nadie te entiende. No te preocupes demasiado. En realidad nadie entiende a nadie. Si la gente fuera consciente de eso no podríamos circular bajo los puentes porque todo el rato habría gente arrojándose desde lo alto. Para que eso no suceda se han inventado los libros de autoayuda, el fútbol, la lotería primitiva, la televisión, los puticlubs, los hijos propios y adoptados, la religión y el matrimonio. No te hacen feliz pero con un poco de suerte producen el suficiente estruendo como para que dejemos de escuchar ese oscuro eco que nos habita desde de la infancia.

5) Sonríe siempre que puedas. Y riete de ti mismo a la menor ocasión: sobre todo cuando la situación te parezca trágica. No somos otra cosas que pequeños bufones engreídos que se consideran el epicentro del mundo. Galileo nos fastidió, no porque descubriera que el sol no gira alrededor de la tierra, sino porque nos hizo saber que no giraba alrededor de nosotros, como siempre hemos soñado. Las cosas importantes son pocas y casi nunca son urgentes. Somos prisioneros de preocupaciones que no significan nada ni nos conducen a ninguna parte, así que relájate y disfruta del viaje.

6) Somos tan imperfectos que no está demás intentar mejorarnos un poco. Esa mejora empieza por conocernos mejor y ser conscientes de nuestros propios defectos. A diferencia de lo que creen todos los revolucionarios y dictadores del mundo todo propósito de reforma bien entendido debe empezar por uno mismo. Si somos sinceros y nos observamos atentamente descubriremos que esa tarea es infinita.

7) La regla primordial es ser feliz sin hacer mal a nadie. Es nuestro único mandamiento y sin embargo es el único que incumplimos sistemáticamente: sufrimos, nos agobiamos, nos metemos en líos, nos preocupamos de bobadas. Cualquier cosa con tal de no sentir el aire en la cara y disfrutar del milagro singular e improbable de estar vivos pese a todo.

8) Hagas lo que hagas no te dejes atrapar por el miedo. Yoda tiene razón: el miedo camino hacia el lado oscuro es. Si tienes que elegir elige vivir. Arriésgate. Puede que no sepas lo que hay detrás de la puerta, pero muchas veces lo que cuenta no es saberlo sino reunir el valor necesario para descubrirlo.

9) La responsabilidad de lo que te ocurre no es de los políticos. Ni del papa. Ni de tu familia. Ni de la sociedad. Ni de tu cuñado. Una vez cubiertas las necesidades básicas somos seres primordialmente libres aunque nos comportemos como perfectos esclavos. Hay pocas reglas pero una de las más ciertas es que casi siempre que te justificas, mientes. No hacemos tonterías por influencia lunar o designio divino sino porque incluso los más listos son estúpidos a tiempo parcial.

10) No me hagas demasiado caso. He incumplido muchas veces todos estos mandamientos y algunos otros igual de importantes. Intenta encontrar tu propio camino. Seguro que lo harás mejor que yo. Mucha suerte.

Comentarios

  1. Mi favorita, la 4.
    Ese es el ruido que ensordece y nos mantiene sino felices, al menos entretenidos para no escuchar el eco de nuestro vacío interior.
    Sublime.
    Besos

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  2. Excelente, lo mejor el punto 10 (siempre como remate de los otros 9, no de forma independiente).

    Me lo copio para los hijos que pueda tener, ya me dirás lo que te debo. Un saludo.

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  3. Me gusta tu forma de pensar. Y la forma en que lo cuentas.

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  4. Anda abombao...

    Ya dirás algo desdiching!

    Un abrazo

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  5. Dani no seas tan malo, en chico escribe super bien, es ágil con el lenguaje y domina bien la escritura. Saludos

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