Rabiosa actualidad (no veas como muerde)



1) Durante años la selección española de fútbol acudía a los mundiales y a los campeonatos de Europa con el cartel de favorita y regresaba antes de tiempo como un perro apaleado, eliminada y, lo que es peor, sin tener siquiera una idea aproximada de qué era lo que había ido mal. Algo similar ocurre ahora con nuestra economía y con la archifamosa prima de riesgo: por más que en ocasiones parece que por fin empezamos a salir del agujero y que se divisa un rayo de luz, de pronto, sin saber muy bien cómo, todo se trastoca de nuevo y acabamos en un hoyo aún más profundo que el anterior; un hoyo en el que lo único que hacemos es mirarnos unos a otros con cara de desconcierto y estupefacción.

2) Parece que van a volver a meternos mano en el sueldo a los funcionarios. Pues estupendo. Cada vez resulta más evidente que los sucesivos gobiernos de España son como un niño tonto que sólo sabe apretar el mismo botón una y otra vez. Pues nada, como somos individuos ahorrativos y más bien aversos al riesgo (por eso nos hicimos funcionarios) consumiremos menos. Y, además, como ya estamos hechos a todo, acabaremos sobreviviendo a todas las mesnadas de estúpidos que nos gobiernan y a la procelosa envidia de nuestros conciudadanos. Eso si, si por un casual alguno de los que ahora se alegran tanto de que nos vuelvan a bajar el sueldo acaba en el paro a consecuencia de que como seremos (aún) más pobres acabaremos comprando menos coches y menos lavadoras pues... que cada palo aguante su vela.

3) El otro día un amigo me preguntó mientras cruzábamos el Segre si yo creía de verdad en el más allá. Para responder habría tenido que improvisar una respuesta -a ser posible ingeniosa- pero en ese momento nos cruzamos con una chica rubia y guapísima de aspecto más bien nórdico que sobrepasaba el metro ochenta y que iba vestida (o lo que sea) con unos shorts de menos de quince centímetros y unos tacones de casi el doble y no puede evitar pensar que aquella visión sobrenatural zanjaba definitivamente la cuestión (o al menos hasta el invierno).

4) Deberían proponer el Senado como sede para Eurovegas. Estoy seguro de que Sheldon Adelson sabría apreciar las innumerables ventajas de esa localización: es un edificio en el que no se realiza actividad de valor económico alguna, con lo que la expropiación saldría barata; no hace falta traer delincuentes del extranjero porque ya hay un montón de nacionales con experiencia en la materia y por no faltar no faltan ni las putas, a las que estoy seguro de que el lugar ya les resulta de sobra conocido, ni los traficantes de droga. Por otra parte, si hay que hacer cambios legislativos para acomodar el proyecto pueden hacerse allí mismo, sin salir del establecimiento.

5) Mención especial del día para esa plantilla de contumaces e inasequibles octogenarios que está (más bien sestea) al frente del Tribunal de Cuentas. Va a ser verdad eso que decía mi abuela de que al hacerse mayor uno pierde la vergüenza, aunque nunca pensé que la frase tuviera un sentido tan literal. De hecho, sospecho que alguno de esos interfectos ya venía sin vergüenza en el equipamiento de serie.

6) Intuyo que Rajoy empieza a pensar que en la oposición, diciendo chorradas y asistiendo a las continuas meteduras de pata de Zapatero y sus mariachis, se vivía mejor. Lo malo es que si la cosa sigue así los ciudadanos pronto empezaremos a estar de acuerdo: nosotros también vivíamos mejor cuando él estaba en la oposición.

7) Si la cosa sigue por estos derroteros tendré que llevarme todos mis ahorros a Londres. Por suerte creo no me resultará muy difícil ocultar seiscientos euros entre el equipaje.

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