Buscando líos

 
 
 
En un lugar fuera del cielo y de los límites de lo imaginable hay una pequeña nave diseñada por ingenieros humanos que se adentra más y más en el vientre del espacio, siguiendo el rastro de millones de estrellas remotas que brillan miles de años después de su muerte. Esa nave fue enviada rumbo a lo desconocido con el discutible propósito de saber si éramos los únicos habitantes del universo. Bien mirado se trata de un formidable acto de vanidad: queremos saber si somos realmente especiales como nos gustaría creer o si, como nos tememos en las noches más oscuras, hay otras variaciones de nosotros mismos desperdigadas por ahí al tuntún como primos segundos de los que no tenemos noticia.
 
Hoy, treinta años después, fiel a su encargo, la nave sigue enviando señales y rastreando la oscuridad. Según parece todavía no ha encontrado nada y si consideramos las crueles inclinaciones de la especie humana, de las que dan cuenta cada día los telediarios, entenderán que no me sienta demasiado inclinado a desearle éxito en su aventura. Si, como creo, esos primos lejanos con los que podríamos topar no serían muy distintos de nosotros en lo que atañe al mal carácter y si por ventura (o mejor dicho, por desventura) disponen de la tecnología necesaria para dejarse caer por aquí, cosa que no es descartable porque si nosotros hemos sido capaces de enviar hasta allí un montón de chatarra espacial no es imposible que ellos puedan devolvernos la visita con mejores medios, como si se tratara de un pariente que ha hecho fortuna en las américas y regresa tripulando un Dodge, entonces que los dioses nos pillen confesados, porque mucho me temo que no habrá lugar en el que escondernos.
 
Se me ocurren al respecto varias preguntas: ¿No creen que sería prudente, aplicando ese viejo aforismo que dice que quien evita la ocasión evita el peligro, enviar otra nave a buscar a la primera con el único propósito de destruirla para tener la fiesta en paz? ¿Es que tenemos pocos líos aquí como para ir pidiendo guerra por la vasta inmensidad del espacio? ¿Los ingenieros de la NASA no han visto Alien?
 
 
                                                    Cascos antialienígenas. Marca Acme.

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