9 Amigos
El otro día me emocioné al despedirme de 8 personas que han sido muy importantes para mí estas cuatro semanas y a las que no olvidaré nunca. Esta tarde he sentido que quiero darles las gracias sin las limitaciones que impone la emoción de la despedida. Pues eso, a ello voy.
Para empezar, por orden cronológico, a Loli, que ha sido mi compañera y amiga en muchos momentos difíciles a lo largo de estos años, resistiendo la tentación de romperme la cabeza cada vez que me metía en un lio -y han sido muchos-. Gracias, Loli. Te debo tanto y de tantas formas que me temo que nunca seré capaz de saldar esa deuda. Gracias de verdad, mi niña.
A David, a quién conocí una tarde de verano en el CEF y al que debo -por su inspiración y mal ejemplo- una parte de la oposición. Creo que ya lo comenté una vez (en tu ausencia, a traición) pero no me importa repetírtelo a tí: que haya personas como tu me hace creer -a menudo contra todo pronóstico- que todo lo hermoso es todavía posible en este mundo.
A Raul, a quien siento como otro camino de mi mismo, como una posibilidad irónica, lúcida e inteligente de sobrevivir sin perder del todo la pureza y la alegría de vivir en medio del caos. Eres una gran persona y vas a ser un gran padre, estoy seguro.
A Gerardo, que me hizo más alegre cada minuto de curso. Pronto tuve la intuición de que detrás de esas gafas y ese rictus serio había todo un universo, pero no creí que fuera un universo tan delirante, divertido y, a la vez, tan valioso y lleno de generosidad. No cambies nunca, Gerardo.
A Rita, que habla poco pero me lo dice todo con sus ojos transparentes y su sonrisa. Ojalá que todo lo que ahora estás viviendo sea el preludio de algo mucho mejor. Estoy seguro de que va a ser así y de que algún día te encontraré en alguna parte y me deslumbrarás con esa sonrisa inolvidable que todo lo puede. Mucha suerte, Rita.
A Dora, que es, si eso existe en alguna parte, mi alma gemela. Cabezota, alegre, emotiva, inteligente y clarividente, todo lo bueno de ti es tanto que me resulta muy difícil destacar lo mejor, porque eres sencillamente estupenda. Voy a echarte mucho de menos Dora, no tienes idea de cuanto, de verdad. Muchísimo.
A Marí Carmen. Cuando te conocí pensé que eras increiblemente guapa. Lo mejor fue que descubrí que eras mucho más que eso: increiblemente joven, divertida, inteligente y una fantástica compañera. Ha sido un placer conocerte, de todo corazón. Ojalá podamos volver a vernos algún día a pesar de la distancia.
A Montse, con quien me entiendo en un curioso código en el que resulta supérfluo cualquier tipo de lenguaje verbal. Solo con mirarla ya se lo que piensa y creo que, por suerte o por desgracia, ella sabe todavía mucho mejor lo que yo pienso. Gracias por tu confianza. No lo olvidaré nunca.
Ha sido un placer conoceros. Me siento muy afortunado porque haya sucedido. Cuando menos te lo esperas....sucede que...ocurren cosas estupendas.
Abrazos y besos para todos.
Yo también quiero agradeceros a todos vosotros el apoyo recibido, la alegria compartida en estos días que hemos pasado en Madrid...
ResponderEliminarHa sido breve,pero lleno de emociones.
Gracias por todo.
Gerardo