La estupidez y Leire Pajín


"Les sugiero que estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico, la presidencia de Obama en EEUU y Zapatero presidiendo la UE". (Leire Pajín, secretaria de organización del PSOE)

Me gustaría dedicar unos comentarios irónicos e inteligentes -de esos que suelo alumbrar para consternación de mis pusilánimes enemigos- a las extravagantes relaciones con menores de Berlusconi -que no son sino el corolario de sus megalómanas y cutres mangancias paradelictivas- o a la tragicómica situación de Rajoy, que no se habla con su candidato a las Europeas, al que solo soporta porque le sirve de dique de contención frente al ala (más) ultraderechista del PP.

Sin embargo, por alguna razón, lo de Leire Pajín, siendo infinitamente menos grave, me resulta mucho más deprimente, porque se puede esperar que la derecha robe, mienta o practique la triple moral. Así ha sido siempre y nada hace pensar que la cosa vaya a cambiar. Sin embargo, si la izquierda se idiotiza ya no queda esperanza.

Hace tiempo que observo las comparecencias públicas de Doña Leire entre deprimido y asustado. Su forma de expresarse, entre tensa y nerviosa, siempre algo inconexa y demasiado enfática, como a la búsqueda de una permanente autoafirmación, no me hacía presagiar nada bueno. Pero lo del otro día fue ya, directamente, astronómico y metafísico a partes iguales.

En tiempo de crisis, con cuatro millones de parados, a la gente le gustaría pensar que sus políticos prestan atención a sus problemas reales. Quizás no full-time pero, al menos, un ratito de vez en cuando. Entonces, en medio de la que está cayendo, cual bálsamo de Fierabras, aparece Pajín y nos sugiere que estemos atentos a un acontecimiento que sólo al abrigo de una mente peligrosamente extraviada puede calificarse como histórico.

La frase de Leire encarna todos los vicios de la política actual: falta de perspectiva, idolatría babosoide del líder de turno, sublimación del énfasis en lo irrelevante y, lo peor de todo, la maloliente idea (universalmente aceptada) de que uno puede salir en la tele y decir cualquier estupidez a condición de que sea lo bastante sectaria e hiriente con el enemigo como para generar el aplauso unánime de los propios.

El único acontecimiento que empieza a parecerme histórico de verdad en los tiempos que corren es encontrar un poquito de normalidad.

Comentarios

  1. Fabuloso el análisis, y genial la última frase. Verdades como puños. Un saludo.

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  2. Otra cosa demencial: llamar progresista a Obama.
    Y lo peor: las burlas de Guemes (otro que tal) en la radio diciendo que "él no había insinuado nunca que Pajín se había fumado algo al hacer estas declaraciones".

    Un besazo,

    Maya

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  3. Yo diría que Leire Pajin es un poco incompetente, al menos para cargar con esa portavocía, pero no quiero que nadie me tache de machista.

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  4. Javi, el sexo no tiene nada que ver en esto. No es incompetente por ser mujer: es incompetente por ser incompetente.

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