Como derrochar el dinero público (I)

Desde hace años el gobierno de la Generalitat de Cataluña (intuyo que como otras administraciones públicas, porque en estas cosas la imitación prima sobre la originalidad) dedica anualmente varios millones de euros a informes con títulos como los que siguen:

"Diseño de un parchis y puzzle de la casita de cartón recortable" (11.368 euros más iva).

"Seguimiento de las películas que se estrenan dobladas al catalán" (19.800 euros más iva).

"Asesoramiento asuntos en países Bálticos" (35.300 más iva)

"Trabajo de campo sobre ocio nocturno en Barcelona" (21.450 más iva).

Así, hasta un total de 2.469 informes (en el ejercicio 2007) con títulos desconcertantes como el "cultivo de la chufa", "el murcielago nana" o la "almeja brillante" por los que el govern abonó la módica suma de 32 millones de euros (sin contar, por no estar incluidos en la lista, los informes preceptivos para proyectos de obra)a amigos, conocidos, partidarios y residentes en las soleadas riberas del tripartito (muchos de ellos, ya es casualidad, por un precio apenas un euro inferior al que habría obligado la convocatoria de un concurso público: 12.000 euros).

Junto a estos informes sobre cuya necesidad y oportunidad no parece necesario extenderse demasiado (¿estará planeando Montilla invadir algún país báltico?) aparecen otros cuyo adjudicatario es ANÓNIMO. Ignoro que tipo de procedimiento contractual permite contratar con un adjudicatario anónimo pero, voilá, aquí está la Generalitat, convirtiendo en posible lo que un segundo ante creíamos imposible.

Más aún, el gobierno de la Generalitat de Cataluña ha desembolsado 42.000 euros por adelantado en concepto del coste total de informes que todavía no se han presentado y que se han pagado por adelantado (contradiciendo el clásico principio de que la administración paga una vez cumplida la prestación). De igual forma, la Generalitat también destinó hasta 295.000 euros para el desarrollo de dos portales web, ninguno de los cuales ha entrado en funcionamiento cuatro meses después de expirar la fecha límite prevista para ello.

En una célebre carta de Michel Revel dirigida a su hermano Jean-François, leemos a propósito de Francia, algo que creo plenamente aplicable a nuestro país "¿No te asombra que se haya logrado crear, doscientos años después de la Revolución, una sociedad idéntica a la del Antiguo Régimen? La Administración de alto rango equivale a la nobleza de corte, los funcionarios a la baja nobleza, los subvencionados de la cultura al clero, los empresarios de las grandes concesiones públicas a los financieros de palacio, los profesionales liberales a los togados, y los asalariados del sector privado al tercer estado. Con las mismas tensiones y la misma esclerosis, pero con menor espíritu y elegancia".

La única diferencia sustancial con la Edad Media es que ahora los señores feudales disponen de una nueva y poderosa herramienta de idiotización: los medios de comunicación, que permiten dirigir la atención de la gente hacia cuestiones con gancho pero perfectamente irrelevantes (como la iglesia pero en laico). Ayer mismo, sin ir más lejos, salía en todos los telediarios, con ánimo de espantar al populacho, la noticia de que ingentes mesnadas de inmigrantes (unos 200) se dirigen a Madrid a pie para reclamar la igualdad de derechos y protestando contra la nueva ley de extranjería. Estoy seguro que el pueblo español palideció ante esa masiva rebelión que amenaza con, bueno, no se sabe exactamente con qué... pero seguro que amenaza con algo.

Eso si, de los informes y del derroche general de dinero público protagonizado por políticos de toda laya y credenciales, nada de nada.

Pues eso mismo.