Manual para ligar con una extranjera

Desde los ya lejanos años 70 las extranjeras son uno de los principales caladeros pesqueros del ligoteo patrio. Existen, es verdad, algunas barreras idiomáticas, pero casi todos los hombres intelectualmente inquietos dominamos una especie de inglés elemental con el que, si bien no es posible mantener una conversación civilizada, si se puede ligar con una extranjera a condición de que esté algo borracha.

En este sentido, resulta útil en extremo dominar frases del tipo: "I am a prestigious blogger in Spain", "I am an A1, the elite superbody", "The spanish armada has won the Davis Cup and will win the next Mundial", "My tailor is rich, she is dying and se will let all his money to me", "I am the typical spanish macho, a complete sex machine" y, finalmente, avanzada la noche, "Come on, lets fuck in the matorral".

Si no disponéis en vuestro arsenal de alguna de estas herramientas avanzadas es menester que retengáis algunas más básicas:

- Jelou
- Yu ar very pretty
- Gou to my rum?

Al principio es probable que la extranjera te escrute con severidad zoológica. No te turbes, sólo está intentando atisbar algún rastro de la famosa furia española. Dado que no la encontrará hasta que esté aún más borracha, es fundamental mantener su cabeza ocupada hablando todo el rato sin ton ni son. Procura interesarte por sus gustos, escúchala con atención y para llenar los tiempos muertos menciona a los grandes iconos de nuestra cultura, como Goya, Picasso o Ramoncín.

Piensa que tus referentes culturales no son los mismos que los de una zagala europea. No hagas un Chiquito de la calzada bajo ningún concepto o la extranjera, incluso sin entender lo que dices, se percatará de que eres subnormal antes de tiempo.

Muchas veces en tu vida habrás oído que para conquistar a una mujer tienes que ser tu mismo. Eso es basura feminista para impedirnos el acceso al sexo: hagas lo que hagas no seas tú mismo bajo ningún concepto o, de lo contrario, cuando viajes en avión tendrás que facturar tus pelotas de lo cargadas que van.

No te desanimes jamás. Cuando flaquees, piensa en Stephen Hawking. Lleva décadas más muerto que vivo, y jamás le ha faltado un agujero negro que llevarse a la boca. ¿Y por qué? Porque usa la puta cabeza.