La televisión liberal

Yo soy liberal. Y de izquierdas. Creo que la libertad de empresa -cuando las administraciones públicas establecen reglas claras y predecibles que garanticen un juego limpio y equitativo (o sea, justo lo contrario de lo que suelen hacer en España)- es la principal fuente de riqueza de la humanidad.

Por eso me ponen de los nervios los "presuntos" liberales como Esperanza Aguirre o Francisco Camps, que tienen, en realidad, mucho más de presuntos que de liberales.

Para muestra un botón: la manipulación informativa de las televisiones públicas, que ha alcanzado en el caso de Madrid y Valencia cotas inusitadas:

"Sin palabras, juzguen ustedes mismos". Con estas palabras la periodista de Telemadrid María López pretendía que sus espectadores valorasen por sí mismos si el Movimiento 15-M es pacífico, como dicen sus portavoces, o no. El problema es que mientras la periodista hablaba de los indignados españoles, en la pantalla se emitían imágenes de los disturbios de la huelga general griega!!!!!!! del miércoles pasado.

"Están armados con palos, muy pacifistas, muy pacifistas...", dijo López sin rubor.
Un portavoz de la cadena ha dicho que asumen "el error" y que el lunes pedirán disculpas en directo. Sin embargo, la dirección de informativos considera que gran parte de las críticas hacia Telemadrid son "gratuitas" porque "el fondo de lo que se estaba contando se mantiene". "La violencia de los disturbios de Barcelona está ahí y no tiene precedentes", ha asegurado el portavoz.

Las imágenes que usó la presentadora son fotos extraídas del periódico El Mundo, pero en el diario están identificadas claramente como "protestas en Grecia". En ellas se ve a jóvenes enfrentándose a palos con los policías antidisturbios y, si uno se fija un poco, hasta aparecen banderas o letras en alfabeto cirílico en los escudos de los agentes.

No es la primera vez que a la cadena autonómica se le acusa de manipular informaciones. El último episodio fue el pasado mes de abril, cuando en una de sus informaciones sobreimpresionó el anagrama de ETA sobre la imagen de José Luis Rodríguez Zapatero, y del vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

La manipulación de la televisión valenciana no se queda atrás. Si sus televidentes hubieran utilizado esa cadena como medio de información exclusivo no se hubieran ni enterado de los avatares judiciales de Francisco Camps ni de las idas y venidas a los calabozos de sus coleguillas del caso Gurtel (pronúnciese como si uno estuviera besando a una foca).

El problema es que un auténtico liberal vendería la televisión pública y dedicaría el dinero recaudado a servicios públicos que son mucho más necesarios que la manipulación informativa: como la educación, sin ir más lejos. Pero estos no son liberales, son auténticos manipuladores, expertos en la venta de humo y en el mercadeo de falsas verdades, mendacidades varias y tonterías de consumo masivo.

PD. La foto que encabeza esta entrada la tomé yo mismo en la Plaza del Sol de Madrid el pasado martes.

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