Consejitos bobunos y Kevin Johansen

Aprovechando que el ínclito secretario de estado de administraciones públicas, un tal Beteta, ha vuelto a meterse con los funcionarios -ese colectivo con el que siempre resulta tan fácil ganarse unos cuantos aplausos del populacho- diciendo que debemos olvidarnos del cafelito y del periódico, me gustaría recordarle, tirando de etimología, la diferencia entre maestro y ministro:

a) El término maestro deriva de magister y este, a su vez, del adjetivo magis que significa más o más que. El magister es, por tanto, aquel que destaca o está por encima del resto por sus conocimientos y habilidades.

b) En cambio, el término ministro deriva de minister y este, a su vez, del adjetivo minus que significa menos o menos que. El minister era el sirviente o el subordinado que carecía de habilidades o conocimientos. Siendo así... el secretario de estado, como subordinado del ministro, viene a ser... ustedes mismos...

Ya empieza a tocarme las interfaces que cualquier hartosopas mugroso, imbécil, meapilas, estomagante, disfuncional, mediocre, cuerpotordo o abrazafarolas con ínfulas de profeta de tres al cuarto se considere capacitado para darnos consejitos a los funcionarios. A ver si un día tengo suerte y uno de estos se descuida y me los ofrece presencialmente por la calle, para tener ocasión de expresarle mi gratitud con dos buenas bofetadas en tres dimensiones. Ganas no me faltan, pero no tendré tanta suerte.

Por otra parte, conviene recordar que el tal Beteta, que luego, eso sí, una vez soltada la pedrada, se retractó públicamente, fue en su día Consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid. Además de dejarla al borde de la ruina, con una deuda de casi 15.000 millones de euros, se hizo construir en sus primeros años de Consejero (según refiere un comentarista del blog de Sevach) una despensa en su despacho y pasaba a la Consejería las facturas de los sandwiches del Rodilla.

Eso si, el gachó lleva en política ininterrumpidamente desde 1983!!!! con lo que pronto celebrará sus 30 años como gerifalte de lo público, sin otra actividad conocida, ni falta que le hace.

PD1. Un mensaje personal para tí Beteta, campeón: para que tú fueras igual de bueno en lo tuyo que yo en lo mío tendrías que vivir por lo menos tres vidas. Y no te alcanzaría, machote.

PD2. Hay muy poca gente a la que yo envidie. Una de esas personas es Kevin Johansen.