Lemmings


La vida nos enseña cosas que olvidamos tan rápido como dicen que olvidan los peces y por eso una y otra vez tropezamos en la misma piedra, como niños arrogantes que se creen a salvo de todos los golpes y que un instante después se descubren en el suelo gimoteando y con la nariz llena de sangre. La cosa no tiene más misterio y de puro repetida ya no debería asombrar a nadie, pero tenemos mala memoria y por eso metemos tanto la pata. Juzgo -y quizás no me equivoque- que esa mala memoria es un mecanismo evolutivo de supervivencia, porque si tuviéramos una conciencia medianamente razonable de todos nuestros desastres, imprudencias, meteduras de pata y catástrofes varias no tendríamos más remedio que ir en búsqueda de un acantilado para arrojarnos en masa, al modo en que lo hacen los lemmings, una curiosa especie de roedores del ártico del que seguramente han tenido noticia alguna vez pero de los que no se acuerdan porque mucho me temo que ustedes también tienen (ay) mala memoria.

PD. Hablando de lemmings me viene a la memoria el proyecto de ejército catalán. En política no hay nada peor que dar risa y mucho me temo que este asunto va a dar para mucho cachondeo.



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