La pregunta



La tarde cae implacable sobre el capó del coche y el aire que acaricia el lomo de la Sierra de la Culebra se filtra a través de la tierra a punto de apagarse. Tú estás a mi lado con los pies descalzos apoyados en el salpicadero, contemplando en silencio el horizonte a través de la ventanilla a medio bajar. Te miro de reojo y vuelvo la vista al terreno baldío en el que nada se despierta ni se conmueve. Entonces me sobreviene la certeza de que algún día remoto -puede que en otro lugar, seguro que casi en otra vida- cuando el tiempo esté a punto de agotar la penúltima de sus implacables horas extras y casi todas las cartas de la baraja estén ya amontonadas sobre la mesa, este y algunos otros instantes como este me ayudarán a responder a la pregunta de qué carajo fue lo que hice con mi vida. 


LAS CIGÜEÑAS

Te amo
como aman las cigüeñas
a las viejas catedrales:
fieles aves que regresan
al milagro de sus nidos,
sin una pizca de fe.

(Un poema de Alfonso Brezmes)

Comentarios