Como elije el PP a sus portavoces



Tengo una primicia. Ha llegado a mis manos, no les diré cómo -aunque no puedo negar que en el proceso están involucrados varios gorriones rojos que no se parecen nada a mi tía Antonia-, el manual que el Partido Popular utiliza para seleccionar a sus portavoces. 

Como el documento es de indudable interés voy a compartirlo con ustedes, queridos amigos.

GUÍA SECRETA E INFALIBLE PARA LA SELECCIÓN DE PORTAVOCES DEL PARTIDO

1) Se elije al azar una autopista radial de peaje en proceso de quiebra y a punto de ser sufragada por todos los contribuyentes de clase media/media baja situada a las afueras de Madrid. 

2) A una distancia no inferior a 200 kilómetros de la capital se toma una salida que desemboque en una carretera nacional.

3) Se conduce por la carretera nacional hasta llegar a una gasolinera.

4) En la tienda de la gasolinera se compra un recipiente plástico y se rellena con cinco litros de gasolina. Adquiérase también una bayeta o trapo de cocina, una botella de agua de litro y medio y, muy importante, otra de whisky Dic (también sirve, en su defecto, una de Brandy Soberano, que es cosa de hombres). Repostar el vehículo si es menester. 

5) Continuar por la carretera nacional hasta el punto en que en medio de un páramo se divise a lo lejos un edificio con luces de colores de inspiración vagamente navideña, alguna que otra letra del rótulo de neón fundida y ese  inconfundible aire de decadencia y desolación que caracteriza a los locales que conocieron tiempos mejores, cuando la autopista apenas era un proyecto y todos los camioneros paraban a hacer el menú y la siesta al borde de la nacional.

6) Para no errar el tiro el local en cuestión debe tener un nombre de resonancias caribeñas (Miami, Orinoco, Tropicana), domésticas (El descanso del guerrero, El retiro, La hoguera), irónicas (El tropezón, El conejo loco, Área 69, La casa blanca, Club Al terne, El senado) u oníricas (Huracán, Poseidón, Walhalla).

7) Aparcar cerca (pero no demasiado cerca). Introducir el trapo/paño de cocina en el recipiente plástico relleno de gasolina hasta que se humedezca ligeramente. Prenderle fuego en una parte que no esté húmeda y lanzarlo en la parte trasera del local, en la que con toda probabilidad habrá depositada basura procedente de la primera contienda mundial.

8) Esperar a que el incendio vaya cobrando fuerza. Cuando empiecen a escucharse gritos y el personal comience a abandonar el edificio situarse estratégicamente cerca de la puerta delantera.

9) Desechar a aquellos individuos que abandonan pronto el local y a las señoritas que prestan sus servicios en el mismo. Prestar especial atención a aquellos de mofletes sonrosados que salen con aire más bien confuso y sujetándose los pantalones con una mano.

10) Seleccionar a uno de ellos al azar. Ofrecerle ayuda alzando la botella de agua y la de whisky (una en cada mano). Si selecciona la botella de agua se desecha de inmediato al candidato. Si elije la de whisky, se amorra a ella como si no hubiera un mañana y entre sorbo y sorbo trata de abrocharse la bragueta alegando que sólo estaba en el local tomando algo por casualidad y que el nunca, jamás de los jamases, en ninguna circunstancia, frecuenta ese tipo de establecimientos que, además, le resultan moralmente reprobables siendo como es un hombre de fe inquebrantable y rectos principios morales... ese es su hombre. Ahí tienen a alguien dispuesto a todo. A un portavoz. 

PD. En las últimas horas he tenido noticia de que el manual en cuestión también lo utiliza Esquerra Republicana para seleccionar a sus altos cargos. 

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