La vida es una tómbola



La vida es un discurso que nace retórico y que, a base de accidentes, va quedando reducido a lo esencial: eso que cuenta cuando sobra todo lo que un día creímos importante.

Hace falta andar mucho y muchos caminos para caer en la cuenta de que ansiamos cosas que apenas conseguidas son poco más que nada: el brillo, la belleza, las ganas de llevarse la vida por delante, el querer que nos quieran, nuestras fatuas ilusiones y hasta ese dolor que un día creimos interminable.

La vanidad y sus pompas: gloria, fortuna, fama, uno mismo y sus obras y todas las corbatas del armario. Sombras de sueño, rocío que el sol derrite, viejos espejos, armaduras de fantasmas.

Y cuando, casi al final del curso, empezamos a enterarnos de algo suele ser demasiado tarde. En esta irónica comedia uno no tiene ni el privilegio de reírse cuando cree que vuela hacia el sol ni tiempo para hacerlo al caer con las alas chamuscadas.

Dedicado a Javier Salvago y Roger Wolfe.

Comentarios

  1. Bueno y quién pensaba que la vida era otra cosa...las cucarachas, nacen...crecen...se reproducen y mueren....no?..en la antesala mortuoría logicamente se dan cuenta del trayecto anterior hasta esta...y es cuando todo es absurdo y carente de sentido..como no...pero mientras crecía y se reporducía ...a que si.....por eso ha llegado hasta la mortaja joder!...no hay que ser desagradecidos!

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