Granjero busca esposa

Estamos, definitivamente, ante el mejor programa de televisión jamás emitido en la noche del lunes (en realidad en cualquier día a cualquier hora). El más surrealista, el más delirante, el más absurdo y bigger than life: de tan mierda que es le ha dado la vuelta al marcador y se ha convertido en algo genial.

El que se lo pierda será un paria audiovisual que no tendrá ni idea de lo que la televisión de comienzos del Siglo XXI era capaz de producir en sus momentos de mayor esplendor. Avisados estáis.

Para los no avezados os presento a sus protagonistas (en la foto de izquierda a derecha):

1) Empezamos con Tito, el fornido joven de los ojillos siempre brillantes de coc... de ilusión, que continúa su affair con la puturci... con la chica camarera. Genial cuando ella le pregunta en el jacuzzi, refiriéndose a sus tetas: "¿te caben en las manos"?; más que nada viniendo de una chica que llama golfa a su rival latinoamericana. Con lo lista que es la put... la morena y lo corto que es el tal Tito, a poco que se descuide, le levanta la hacienda.

2) El chavalín de Lleida, David Escur, que es una especie de Pedro el de Heidi en versión sadomaso: no se puedes ser más bueno (y más tonto) y tener a dos aspirantes más hijadeputas (y más zánganas). El pobre hombre les compra un regalo, les escribe una dedicatoria, les exprime unas naranjas con la punta de sus élficas orejas y las despierta a las 9:30 (menudo madrugón) para llevarles a un paraje paradisiaco. ¿Y qué hacen a cambio las dos sanguijuelas maquineras? ¿Un menage-a-trois? ¿Felarle compulsivamente? ¿Depilarle la uniceja? ¡No! Reaccionar de forma esquizoide rompiéndole la camiseta, enfandándose con el y cantándole las cuarenta. Con todo, David ha protagonizdo el momento más hardcore del pograma cuando le pregunta a la inefable María -la que nació enfadada-, "a tí, María, como estudiante de ciclo superior medio, ¿qué te parece todo esto?".

3) Mientras, en Euskadi, Aitor, el mikolapiz con boquita de piñón y rostro sartenario continúa con su ridícula exibición de "te quieros" ante la mirada de su lánguida candidata gallega. Por favor, que alguien le diga al Luis Aguilé euskaldún que cierre los ojos, de el beso y saque la lengua y no en orden inverso como nos hizo el otro día o potamos todos. Sus dos partenaires son también de manual. Edurne, una loca desequilibrada que no acepta el rechazo y su favorita, Ana la gallega, un ser extraño que parece haber vivido mucho tiempo encerrada en un cuarto pequeñito. A veces parece que está ausente y tengo el presentimiento de que es una degenerada máxima, rollo juego con mi caca y cosas así.

4) Para lenguetazos tenemos a Carlos, nuestro Jesulón de Medina-Sidonia, que nos dió los mejores momentos de la noche con perlas como: "Mi fan número uno es José Tomás", "después de cenar estuvimos intimidando un poco" o "pa conozé a la perzona tiene que buzca zezo, ya dezpue nazera el amó". Poco más se pude decir de este Don Juan hispano que ayer introdujo su lengua repetidamente en la oreja de la ex-politoxicómana pampera de los brackets de dos euros (quiero creer que eso negro son brackets y no los efectos del abuso de las meta-anfetaminas). Y no puedo olvidarme de su rival, la limitadísima rubia sacamantecas que, asombrada con el paisaje exclamó: Que bonito el campo...¿es todo natural?.

5) Nides, el Richard Gere hispano que vive en una especie de parador nacional, tiene menos actividad sexual que sus patatas. Aunque ha estado dubitativo todo el programa ahora parece que huye asustado de los tres hijos de la traductora rusa del KGB, en favor de una panfila ex-militar que sin abrir el buzón que tiene por boca parece haber conquistado el corazón del zamorano.

6) Finalmente Guillamet, el oscuro Sandokán de Montoliú ha conseguido que "sacodehuesos" Piedad haya puesto pies en polvorosa, lo que, sin duda, le facilitará las cosas puesto que, como buen psychokiller, no sabía por cuál de ellas empezar su orgía de sexo y muerte (no necesariamente por este orden). Mientras, María, la tercera en discordia, intenta calibrar si el contacto físico es un precio demasiado alto para ganar un concurso. Creo que la muchacha no es consciente del peligro que supone Guillamet. A estas alturas está claro que de joven tomó mucha droga y está todavía más claro que esconde algo sórdido: ¿una docena de cadáveres en el subsuelo de su pajar? ¿un ejército de esclavas rumanas en un bunker anti-nuclear? Quién sabe.

Con esta plantilla era imposible hacer un programa genial. Pero, ahí está la gracia amigos, lo imposible ha sucedido...