Chaparrones de bobos
Uno de los problemas más acuciantes de la administración es que no pocas veces está dirigida por idiotas. Para entender el fenómeno hay que retrotraerse al momento en que un partido gana las elecciones y, acto seguido, ha de eligir de entre sus mesnadas a centenares -acaso miles- de altos cargos (secretarios de estado, secretarios generales técnicos, directores generales, directores provinciales, etc...).
Esas mesnadas están pobladas, como es natural, por gente de todo pelaje y condición -listos, tontos e inútiles totales- en proporciones diversas. Sabido es, no obstante, que los afiliados más relevantes de los partidos no son precisamente superdotados intelectuales sino, más bien, trepas varios, serpientes más o menos venenosas, pelotas de largo alcance, supervivientes natos, músicos de viento, buceadores de las profundidades abisales, porreros que no llegaron a licenciarse en nada y otras especies de diversa ralea más o menos adaptadas al peligroso hábitat de la salvaje vida política.
Por eso ocurre que, con cierta frecuencia, a uno, como funcionario, le llueve un imbécil. En esos casos, solo queda echar cuerpo a tierra, rezar si uno posee fe religiosa (no es el caso) y prepararse para el advenimiento de una tormenta perfecta de proyectos sin pies ni cabeza e instrucciones contradictorias que conduce, más pronto que tarde, al desgobierno total, porque el idiota no gestiona nada: solo intenta sobrevivir al oleaje que generan sus propias estupideces.
La historia que acabo de relatar me viene a la mente -a saber por qué razón- cuando pienso en el SPEE (el antiguo INEM) y, en particular, en uno de sus proyectos estrella (más bien estrellados): el portal "RED TRABAJA".
Por partes:
1) El objetivo de "RED TRABAJA" era permitir el reconocimiento de las prestaciones online (de forma que el usuario pudiera tramitarlas por sí mismo con su mecanismo).
2) A bombo y platillo, con esas presentaciones tan llenas de jefecillos de la administración tan pagados de si mismos como carentes de estudios, se pone en marcha el sistema. Pero, tate, tate, el susodicho tiene un pequeño inconveniente. Minúsculo. Casi irrelevante: ha costado una pasta y no funciona. Es una mierda. Ni los propios funcionarios son capaces de utilizarlo -así que imagínense los sufridos desempleados-.
3) En un país civilizado el asunto acabaría con el Director General del SPEE en la puta calle. Pero esto es España, amigos.
4) Como falla más que una escopeta de feria y nadie en su sano juicio lo utiliza, desde las altas esferas del SPEE se decide que sean los propios trabajadores del SPEE los que tramiten un cupo diario de solicitudes mediante las herramientas web de redtrabaja, pero desde la oficina, como si fuera el propio parado quien completara su solicitud a través de redtrabaja. Es decir, como la vaca no da leche, probemos a ver si retorciéndole las ubres sacamos algo de provecho.
5) En paralelo, se contrata a unos cuantos cagamandurrias ajenos a la administración para redirigir el proyecto y se les dota de elevadas funciones de "coordinación transversal" bajo el alucinatorio pretexto de que no hay nadie en la casa que disponga de "competencias" como las que se requieren para esta tarea.
6) Vale. Los empleados del SPEE son (todos) unos inútiles que no reúnen las competencias necesarias. Aceptemos Director General del SPEE como animal de compañía. Pero, a continuación, examinemos quién es el prócer de la patria al que se confiere tan hercúlea misión. Al hacerlo nos encontramos, ay mi madre, que trabajaba para INDRA, la empresa encargada de poner en marcha el REDTRABAJA (con el éxito antes descrito).
7) Resumiendo. Yo le digo a una empresa que ponga en marcha un programa. La cosa se salda con un rotundo fracaso. Y, acto seguido, contrato a uno de los responsables del fracaso para que le ponga remedio (eso si, con dos adjuntos para que no sienta solo).
Esas mesnadas están pobladas, como es natural, por gente de todo pelaje y condición -listos, tontos e inútiles totales- en proporciones diversas. Sabido es, no obstante, que los afiliados más relevantes de los partidos no son precisamente superdotados intelectuales sino, más bien, trepas varios, serpientes más o menos venenosas, pelotas de largo alcance, supervivientes natos, músicos de viento, buceadores de las profundidades abisales, porreros que no llegaron a licenciarse en nada y otras especies de diversa ralea más o menos adaptadas al peligroso hábitat de la salvaje vida política.
Por eso ocurre que, con cierta frecuencia, a uno, como funcionario, le llueve un imbécil. En esos casos, solo queda echar cuerpo a tierra, rezar si uno posee fe religiosa (no es el caso) y prepararse para el advenimiento de una tormenta perfecta de proyectos sin pies ni cabeza e instrucciones contradictorias que conduce, más pronto que tarde, al desgobierno total, porque el idiota no gestiona nada: solo intenta sobrevivir al oleaje que generan sus propias estupideces.
La historia que acabo de relatar me viene a la mente -a saber por qué razón- cuando pienso en el SPEE (el antiguo INEM) y, en particular, en uno de sus proyectos estrella (más bien estrellados): el portal "RED TRABAJA".
Por partes:
1) El objetivo de "RED TRABAJA" era permitir el reconocimiento de las prestaciones online (de forma que el usuario pudiera tramitarlas por sí mismo con su mecanismo).
2) A bombo y platillo, con esas presentaciones tan llenas de jefecillos de la administración tan pagados de si mismos como carentes de estudios, se pone en marcha el sistema. Pero, tate, tate, el susodicho tiene un pequeño inconveniente. Minúsculo. Casi irrelevante: ha costado una pasta y no funciona. Es una mierda. Ni los propios funcionarios son capaces de utilizarlo -así que imagínense los sufridos desempleados-.
3) En un país civilizado el asunto acabaría con el Director General del SPEE en la puta calle. Pero esto es España, amigos.
4) Como falla más que una escopeta de feria y nadie en su sano juicio lo utiliza, desde las altas esferas del SPEE se decide que sean los propios trabajadores del SPEE los que tramiten un cupo diario de solicitudes mediante las herramientas web de redtrabaja, pero desde la oficina, como si fuera el propio parado quien completara su solicitud a través de redtrabaja. Es decir, como la vaca no da leche, probemos a ver si retorciéndole las ubres sacamos algo de provecho.
5) En paralelo, se contrata a unos cuantos cagamandurrias ajenos a la administración para redirigir el proyecto y se les dota de elevadas funciones de "coordinación transversal" bajo el alucinatorio pretexto de que no hay nadie en la casa que disponga de "competencias" como las que se requieren para esta tarea.
6) Vale. Los empleados del SPEE son (todos) unos inútiles que no reúnen las competencias necesarias. Aceptemos Director General del SPEE como animal de compañía. Pero, a continuación, examinemos quién es el prócer de la patria al que se confiere tan hercúlea misión. Al hacerlo nos encontramos, ay mi madre, que trabajaba para INDRA, la empresa encargada de poner en marcha el REDTRABAJA (con el éxito antes descrito).
7) Resumiendo. Yo le digo a una empresa que ponga en marcha un programa. La cosa se salda con un rotundo fracaso. Y, acto seguido, contrato a uno de los responsables del fracaso para que le ponga remedio (eso si, con dos adjuntos para que no sienta solo).
Todo esto me suena muchísimo. Creo que no es el primer Ministerio en el que pasa algo así.
ResponderEliminarQue el REDTRABAJA no trabaje ni sirva para trabajar es lo de menos. Lo importante es gastarse el dinero en algo que cueste mucha pasta y darle mucha publicidad que a su vez cueste mucha pasta, etc., etc.
Y, además, el nombre del programita se las trae "Redtrabaja. El trabajo está en la red". ¿En qué red? A muchos desempleados les ha debido encantar también el nombre....
Esto es una vergüenza...
Señores: Pónganse a trabajar (Los de la idea del programita y los que lo vendieron). Por cierto, ¿saben a qué me refiero?
Lo curioso es que a los que presentaron el programita no se les cae la cara de vergüenza. Aquí, menos dimitir lo que sea.
ResponderEliminarCara tienen pa dar y tomar. Menuda tropa.
ResponderEliminar"En esos casos, solo queda echar cuerpo a tierra, rezar si uno posee fe religiosa (no es el caso) y prepararse para el advenimiento de una tormenta perfecta de proyectos sin pies ni cabeza e instrucciones contradictorias que conduce, más pronto que tarde, al desgobierno total, porque el idiota no gestiona nada: solo intenta sobrevivir al oleaje que generan sus propias estupideces."
ResponderEliminarQue bien escribes cabronazo.
Si te sirve de consuelo en la empresa privada pasa algo parecido. Y cuando se retrasan en pagarte el sueldo poroque tiraron el dinero en cosas mal hechas, o se niegan a pagarte las horas extras porque no hay dinero mientras ven como lo tiran por un agujero, jode.
ResponderEliminarAhora, cuando esto pasa con el dinero de todos (y en tan enormes cantidades) , debería haber un mecanismo sencillo para denunciarlos ante la justicia. Por malversación cuando menos.
Boletín Oficial del Estado: 17 de marzo de 2010, Núm. 66
ResponderEliminarResolución de 5 de marzo de 2010, del Servicio Público de Empleo Estatal, por la que se crea la Sede Electrónica del Servicio Público de Empleo Estatal.
La Ley 11/2007, de 22 de junio, de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, creó el concepto de «sede electrónica», justificado por «la necesidad de definir claramente la «sede» administrativa electrónica con la que se establecen las relaciones con los ciudadanos. El artículo 10.1 de la misma Ley, define la sede electrónica como «aquella dirección electrónica disponible para los ciudadanos a través de redes de telecomunicaciones cuya titularidad, gestión y administración corresponde a una Administración Pública, órgano o entidad administrativa en el ejercicio de sus competencias». El apartado 3 del mismo artículo establece que «cada Administración Pública determinará las condiciones e instrumentos de creación de las sedes electrónicas, con sujeción a los principios de publicidad oficial, responsabilidad, calidad, seguridad, disponibilidad, accesibilidad, neutralidad e interoperabilidad».
Por otra parte, el Real Decreto 1671/2009 de 6 de noviembre, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos, además de regular esta figura en sus artículos 3 al 9, determina específicamente en su artículo 3.2 que «las sedes electrónicas se crearán mediante Orden del Ministro correspondiente o Resolución del titular del Organismo Público, que deberá publicarse en el “Boletín Oficial del Estado”», determinando el contenido mínimo de esta norma aprobatoria. Con ello se aportan a los ciudadanos garantías de plena certeza y seguridad que sólo alcanzaban parcialmente las oficinas virtuales que hasta el momento han venido canalizando las relaciones electrónicas con los ciudadanos.
En consecuencia, y de acuerdo con la habilitación contenida en el citado artículo 3.2 del Real Decreto 1671/2009, de 6 de noviembre, esta Dirección General, resuelve:
Artículo 1. Objeto.
Por la presente Resolución, se crea la sede electrónica del Servicio Público de Empleo Estatal, con el fin de dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 3 del Real Decreto 1671/2009, de 6 de noviembre, por el que se desarrolla parcialmente la Ley 11/2007, de 22 de junio de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos.
¡y se han gastado más de 60 millones de euros en el invento! Haber si Redfracasa sirve para meter en la cárcel a más de una (bueno, al menos que la procesen... porqué aquí no van a la carcel ni los ladrones ni los inútiles)
ResponderEliminarredtrabaja no existe porque hay una empresa privada llamada redtrabajar, una red de empleo de más de 17 portales de trabajo especializados. www.redtrabajar.com
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