La madre Rusia ataca de nuevo

La chica de la foto se llama, al parecer, Irina (aunque no hay que descartar que en realidad se llame Miguel Strogoff y tenga bigote) y lleva toda la semana tirándole los tejos por correo electrónico a unos cuantos compañeros de trabajo -mujeres incluidas; se ve que la muchacha no es escrupulosa para estas cosas y muy bien que hace por cierto-.

Escribe en un castellano algo rupestre tirando a borbónico. Eso sí,  como es una chica la mar de formal se compromete a tener hijos comunes en el futuro.  Con lo de comunes intuyo que no quiere decir vulgares, sino compartidos con el paganini de turno. Paganini al que, de eso estoy seguro, le interesará el asunto por la vertiente de la fecundación (mayormente).

En su página web aparecen incluso las tarifas por ir a visitarla a San Petesburgo o, si a uno le da pereza el viaje, invitarla a ella a que venga a casa. Eso sí, cito literalmente, "bajo normas de educación y respeto", que viene a ser lo mismo que decir que no vale abalanzarse sobre ella a la menor ocasión al grito de "ya eres mía, nena".

¿Por qué deberíamos elegir a una muchacha rusa? Ahí va un catálogo de razones sacado de la página web de la empresa en la que Irina anuncia sus servicios:

Resumiendo: son guapas, se arreglan mucho y, cuando no están cocinando y fregando, se quitan la ropa a la mínima, presas de súbitos ataques de puro romanticismo. El no va más, vamos.

Como sé que algunos de mis lectores tienen bastante más dinero que vergüenza, les hago saber que el asunto cuesta unos 1300 euros. Parece ser que, por ese precio, Irina está dispuesta a desplazarse a cualquier sitio, por recóndito e inhóspito que sea (de hecho, ha manifestado un inusitado y singular interés por conocer plazas tan distantes como Vielha  y Huércal-Overa).

PD. Un poemilla un poco malintencionado para acabar la semana.


PECADO CAPITAL
(POR DANIEL JONAS)

La Victoria de Samotracia
resume más o menos mi historia
sentimental: todas tenían cuerpo
e incluso alas
pero poca cabeza.

[Versión al castellano: Jesús Jiménez Domínguez]