La razón exacta por la que amo la música country
La música country no es pop para adolescentes ni una película con final feliz en la que los buenos regresan a casa y la cena caliente les espera humeante sobre la mesa. En las canciones de Miranda Lambert, Brandy Clark, Eric Church, Dolly Parton, Keith Urban, Carrie Underwood, Chris Stapleton, Kacey Musgraves o Jason Isbell no hay nada que se parezca a una mirada condescendiente, trivial y pabloiglésica sobre el ser humano: están llenas de cosas que no sólo están hechas pedazos sino que, además, no tienen ni la más remota posibilidad de volver a ser lo que fueron o lo que un día soñaron ser, porque aunque todos los anuncios les repitan constantemente lo contrario para venderles cosas que no necesitan y tampoco les harán más felices, todos -ustedes, yo, todo el mundo- somos imperfectos, frágiles y únicos y precisamente ahí, justo en eso tan efímero y fácil de quebrar que nos define y singulariza, radica el secreto de nuestra belleza.
Aceptar que es así, que siempre hay alguna montaña que no llegaremos a escalar, algún golpe que no veremos venir, que todos perdemos alguna vez y que las cosas no siempre salen como nos gustaría y que, a pesar de todo, contra la resignación, el pesimismo, la fatalidad y la inercia, no hay otra opción que sacudirse el polvo, volver a calzarse las botas, ponerse el sombrero con una leve inclinación lateral al modo en que lo hacía John Wayne en Centauros del Desierto, encender la radio y seguir adelante porque, como susurra la guitarra de Keith Urban en esta canción, si tú no eres capaz de hacerlo por ti mismo, la carretera no va a cuidar de ti, no va a abrazarte esta noche y tampoco recogerá tus lágrimas.
Eso, ni más ni menos, es la música country.
Y quizás, también, la vida.
PD. No se si se han fijado pero en el minuto 1,54 de este vídeo Taylor Swift lanza una efímera mirada de soslayo que es capaz de penetrar el continuo espacio-tiempo y de desbaratar la órbita de planetas situados a miles de años luz del sistema solar. Con esa pista no les costará demasiado averiguar a qué me refiero.
PD. No se si se han fijado pero en el minuto 1,54 de este vídeo Taylor Swift lanza una efímera mirada de soslayo que es capaz de penetrar el continuo espacio-tiempo y de desbaratar la órbita de planetas situados a miles de años luz del sistema solar. Con esa pista no les costará demasiado averiguar a qué me refiero.
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