¿Quién es Zapatero?

Pregunta (entrevista Diario El País, domingo pasado). El compromiso de España y de Europa es con la reducción de emisiones, con las energías renovables. ¿Cómo se compatibiliza eso con las nuevas ayudas al carbón?

Respuesta Zapatero. El carbón tiene un factor social; decir "suprimimos las ayudas al carbón ya" es condenar al paro a 3.000, 4.000 o 5.000 trabajadores y hacer que las comarcas mineras, que ya han perdido población, prácticamente entren en una crisis social por el monocultivo. Yo no voy a aceptar eso. Y quien defienda eso, que lo diga.


ANTECEDENTES DE HECHO

1. La industria del carbon es altamente contaminante, sus costes de producción convierten al carbón en una energía cara, sucia y nada competitiva; además existe carbón en otros países más barato y con mayor poder calorífico que el que se produce en España.

2. Una zona de España, entre Asturias y León, principalmente, sigue especializada (casi en régimen de monocultivo) en la producción de carbón a base de subsidios y ayudas públicas.

SOLUCIÓN RACIONAL

1. Estimular el abandono de la producción de carbón, sustituyendolo progresivamente por otras energías más baratas y limpias.

2. Promover estrategias de desarrollo de las cuencas mineras -formativas, empresariales, redes de transporte- que pongan fin a esa situación de especialización antieconómica.

3. Incentivar económicamente la generación de alternativas económicas y sociales a esa industria.

SOLUCIÓN ZAPATERO (la aplicada realmente por el Gobierno)

1. Obligar a las industrias eléctricas a comprar carbón para quemarlo y producir así electricidad (en la actualidad ya disponen de auténticas montañas de carbón). Esto eleva los costes de producción y hace subir la factura eléctrica, con consecuencias desastrosas para el medio natural. Por otra parte, esta obligación es incompatible con la apuesta por la centrales de ciclo combinado (que consumen gas) y las energías renovables.

2. Como además de absurdo conceptualmente el tinglado es insostenible económicamente el Gobierno monta un entramado de subsidios cruzados, de forma que todos nosotros, particulares y empresarios, pagaremos en nuestra factura de la luz un % para mantener con vida a la agonizante industria del carbón.

CONSECUENCIAS DE LA DECISIÓN ADOPTADA

1. Esta curiosa mezcla de irracionalidad económica, desprecio medioambiental y proteccionismo decimonónico implica más contaminación, obliga al mantenimiento artificial de una industria obsoleta, aplaza el problema pero no lo resuelve, desacredita totalmente los presuntos propósitos ecológicos del gobierno socialista y supone un coste de 4.700 millones de euros hasta el año 2012.

2. Falta de autoridad del gobierno, que, una vez más para mantener la paz social sacrifica lo que sea, aunque ello signifique ceder ante unos pocos (los atávicos sindicatos mineros) en detrimento de todos. Una vez más el pasteleo, la inconsistencia y la opacidad como mecanismo de solución de conflictos.

Poca gente se ha enterado del asunto. Pero lo pagaremos todos.

PD.Publicado esta misma semana: El gobierno de China obliga a sus industrias a comprar energía de fuentes renovables para reducir la dependencia con las energías contaminantes y  ayudar a China a cumplir su promesa de reducción de emisiones. Las empresas de electricidad de china, estarán obligadas a comprar toda la energía producida por turbinas eólicas y otras fuentes renovables, bajo una nueva ley enfocada a reducir la dependencia del carbón.

Adivinen quién se equivoca: nosotros o los chinos.