Cuatro maestros


Las citas me dan bastante grima. Siempre he pensado que son miserables invocaciones de una autoridad de la que uno mismo carece. Por eso las tesis doctorales están plagadas de citas: para ocultar la mediocridad y la repetición tras un bosque plagado de prestigiosas referencias.

Si cito ahora a estos cuatro autores es por un prejuicio de índole formal que asumo como tal: no me encanta necesariamente lo que dicen, pero adoro la forma en la que lo hacen.

Conviene recordar que escribir no es argumentar. No se trata de tener razón, ni de engarzar un discurso coherente y, mucho menos todavía, de revelar ninguna verdad, porque toda verdad es relativa y, además, cuando nos convertimos en moralistas tendemos a dar bastante asco-pena.

Se trata solo -y acaso no hay tarea más ardua- de conseguir una emoción primigénia y, más que de ninguna otra cosa, de no aburrir al prójimo, que bastante tiene con lo suyo como para aburrirse leyendo las bobadas que escriben los amigos.


Allá vamos:


"Hay ciertas extrañas ocasiones y coyunturas en este raro asunto entremezclado que llamamos vida, en que uno toma al universo entero por una enorme broma pesada, aunque no llega a discernir su gracia sino vagamente, y tiene algo más que sospechas de que la broma no es sino a expensas de él mismo"

Herman Melville (Moby Dick)


"Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un solo día en el que no estemos, por un instante, en el paraíso".

Jorge Luis Borges


"Doy vuelta a las frases. Ésa es mi vida. Escribo una frase y luego le doy la vuelta. Después la contemplo y le doy otra vez la vuelta. Luego voy a comer. Después me instalo de nuevo y escribo otra frase. Luego tomo el té y le doy la vuelta a la nueva frase. Luego releo las dos frases y les doy la vuelta a ambas. Después me acuesto en mi sofá y pienso. Luego me levanto y las tiro a la papelera y empiezo desde el principio otra vez. Y si me aparto aunque sea sólo durante un día entero de esta rutina, me siento frenético de aburrimiento y de una sensación de estar desperdiciando el tiempo."

Philip Roth


"Un hecho triste, claro, de la vida de los adultos es que uno ve cosas a las que nunca se adaptará que le apuntan desde el horizonte. Uno las ve como los problemas que son, uno de preocupa tremendamente por ellas, hace previsiones, toma precauciones, realiza ajustes; se dice a sí mismo que cambiará el modo en que hace las cosas. Pero no lo hace. No puede. En cierto modo, ya es demasiado tarde. Y así se desarrolla nuestra vida antes de que nos demos cuenta de ello. Y se nos escapa. Ya lo dijo el poeta:”El modo como se nos escapan nuestras vidas es la vida.”

Richard Ford

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