Tu nombre



Todos los planetas del sistema solar, puestos en fila, caben entre la tierra y la luna


Cada mañana, a las ocho, camino del trabajo, las calles agradecen mi modesta compañía con su obstinada sombra de asfalto y mascaras usadas. Entonces pienso en ti y ese pensamiento, como un pez que roba una bocanada de aire al mar, insufla vida a los árboles, detiene la lluvia y hace vibrar las antenas de los repetidores de telefonía móvil. Ptolomeo y Copérnico trataron de desmentirlo, pero yo, que conozco el abismo y que (por eso) tengo por ciertas las leyes de la gravedad, he llegado a la conclusión de que tu nombre susurrado por el viento entre las hojas es la luz primera, la última raíz y el centro exacto del universo. 






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