Feliz Navidad

Una vez leí que de niño, Borges pasaba la Navidad con su abuela paterna, la inglesa Frances Haslam, que vivía al lado de su casa. Al parecer le encantaba mirar cómo ella decoraba el árbol de Navidad, pero sentía algo bastante extraño tratándose de un niño: que no merecía los regalos que le hacían.

Así lo cuenta el propio Borges en la dedicatoria que le hace a su madre, Leonor Acevedo de Borges en la primera edición de sus Obras Completas (1974): "Yo recibía los regalos y yo pensaba que no era más que un chico y que no había hecho nada, absolutamente nada para merecerlos. Por supuesto, nunca lo dije: la niñez es tímida".

Cuando lo leí me pareció curioso porque desde muy pequeño me ocurre algo parecido: me gusta regalar cosas, pero encuentro muy extraño que cualquiera me regale algo a mí, como si yo no hubiera hecho nada para hacerme acreedor de ese (inexplicable) acto de generosidad.

Lo que si valoro –un poco más, si cabe, cada día- es la amistad y la Navidad es un buen momento para estar un poco más cerca (aunque sea cerca con el corazón) de los amigos y de las personas a las que queremos.

Feliz Navidad a todos y muchas gracias por estar ahí.