Equipaje


Me dices que esta es mi casa. Y no mientes. Pero yo se que mi verdadera casa es la memoria de las cosas que aprendí y aún no he olvidado: ciudades, instantes, miradas, abrazos, el río que pasa, andenes, besos y paisajes. Tantos momentos que son testimonio de mi cobardía, de mi estúpida presunción, de mi manía de explicarlo todo con palabras. Y también, de vez en cuando, de mi capacidad de ilusionarme. De mi íntima convicción de que es posible todo aquello que puede ser soñado. Y de mis abrazos, que nunca fueron mentira.

Por eso viajo siempre tan ligero de equipaje:
porque nunca me ha cabido en una maleta nada importante.

A BRASILEIRA (Berta Piñán)
Les palombes y los neños
esguilen pela estatua
del poeta.
Asina ye la poesía:
piedra quieta
nel torpe trasiegu
d’una plaza,
figura de fondu
que acompaña la foto

borrosa d’un turista.

Comentarios

  1. Me siento completamente identificada con tu última entrada, yo que he vivido en tantos sitios a veces siento una profunda sensación de desarraigo, pero la verdad es que cuando una reflexiona se da cuenta que una cosa es donde está tu casa, y otra muy distinta donde tienes tu hogar, y la verdad es que la mayoría de las cosas que hacen hogar van con uno mismo. Un besazo muy grande desde Lugo. (Bárbara la errante)

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