El ser y el deber ser



En una reciente entrevista en el diario Información de Alicante, el famoso cirujano Pedro Cavadas afirmó que no creía en la vocación profesional. Y para ilustrar su argumento, añadió que, a su juicio, ningún niño sabe realmente en qué consiste ser médico. “Te puede gustar llevar bata blanca, o [puede] que creas que vas a ganar mucha pasta o que te tirarás a la enfermera”, comentó.

A continuación, como era de esperar, dada la inconmensurable magnitud de la burricie que nos rodea por tierra, mar y aire, le sobrevino una avalancha de críticas por parte de las asociaciones de enfermeras y, de paso, de los oportunistas resentidos que siempre están dispuestos a pegarle un estacazo a alguien que destaca en cualquier género de actividad: que si Cavadas es machista, que si es sexista, que si discrimina a las enfermeras...

El problema de estos críticos es que son víctimas de las carencias de nuestro sistema educativo, que no ha enseñado al español medio a  discriminar entre el ser (lo que sucede) y el deber ser (lo que debería suceder). Eso o que no son muy listos. O las dos cosas.

Pedro Cavadas no arguye que ser médico para tirarse a las enfermeras sea un estado deseable de la naturaleza de la vocación médica (deber ser) sino que es una de las razones que en ocasiones subyacen a la decisión de convertirse en médico (ser).

Que alguien considere discutible la existencia de una auténtica y generalizada vocación médica basada únicamente en un humanitarismo retórico y que opine que hay muchos candidatos a médicos que lo son con el loable y algo morboso propósito de acostarse con enfermeras, no significa necesariamente que:

- Que quien lo dice esté hablando de sí mismo.

- Que las enfermeras sólo sirvan o tengan como función primordial follar con los médicos.

- Que los médicos solo quieran follarse a las enfermeras (también lo intentan con las pacientes, con las vigilantes de la zona azul o con las magistradas de lo contencioso-administrativo, por citar solo algunos ejemplos de una lista que sería demasiado larga como para ser enunciada).

¿Alguien duda realmente que hay muchas enfermeros y enfermeras que sueñan con tirarse a los médicos o a las médicas y viceversa? ¿ O que hay abogados/as que sueñan con tirarse a juezas/ces?

Yo no sé en que mundo vive la gente, la verdad.

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